NUESTRA HISTORIA
La Asociación de Padres y Amigos de los Autistas - ASPAUT es una institución consolidada y referente que fue creada en 1983, con el objetivo de apoyar en forma integral a las personas con TEA y propiciar los servicios que cubran toda la vida a través de actividades asistenciales, educativas, recreativas , culturales y deportivas, mediante la promoción, creación, organización o patrocinio de centros de diagnósticos y evaluación, unidades de tratamiento y atención especializada, investigación y experimentación y centros de pedagogía especial; asistir a padres y/o tutores, sensibilizar a la familia y comunidad en general.
ASPAUT nace por la iniciativa de un grupo de padres que vivieron la experiencia de tener a un hijo con la condición TEA.
Debemos destacar que en el año 1987 Magdalena Avalos Cruz se integró a la Asociación Chilena de Padres y Amigos de Autistas (ASPAUT). Desde allí inició sus acciones a favor de las niñas y niños diagnosticados con trastornos del espectro autista y sus familiares.
En 1992, gracias a Magdalena, se organizó la primera colecta anual de Aspaut y se creó el primer Centro de
Atención, que en 1998 comenzó a funcionar como escuela especial.
Entre los años 2000 y 2005 se fundaron dos nuevas escuelas (En Maipú y Puente Alto) y, especialmente, se luchó por aumentar la subvención estatal para la educación diferencial. Ambas buscaban acoger a niñas y niños rechazados de las escuelas públicas y privadas debido a su condición.
Se trabajó especialmente para crear espacios educativos que permitieran hacer efectivo el derecho a educación de niños y niñas neuro divergentes, sin discriminación de ningún tipo y sobre la base de la igualdad de oportunidades.
Gracias a la permanente acción en defensa de los niños y niñas del espectro autista y de sus familias, en septiembre de 2007 se aprobó la Ley 20.201.
La Nueva Ley de Subvención para la Educación Especial Diferencial contempló ambas peticiones y estableció el aumento de la subvención para niños y niñas con discapacidad mental – no solo del espectro autista-, a más del doble.
Magdalena murió el 3 de enero de 2008, producto de un paro cardíaco. Dedicó gran parte de su vida a defender los derechos de los niños y niñas autistas y en su honor, una de nuestras escuelas, la de San Miguel lleva su nombre.